Volvemos a estar en USA. No ha habido problema para cruzar de nuevo la frontera. Sí es verdad que te hacen muchas preguntas: ¿a donde vas? ¿donde estarás? ¿cuando te irás? ¿y quién es él? en qué lugar se enamoró de ti? (ja, ja, ja) Pero al final, si haces cara de bueno y traes algún papel para demostrar cualquier cosa (nosotros imprimimos el extracto del banco para demostrar que teniamos dinero para vivir y no teniamos necesidad de buscar trabajo; también el mail del taller de Los Angeles donde nos cambiarán la nevera de la furgoneta; y una dirección de un motel donde dormiremos, aunque sea mentira) te dejan pasar.
Estos dias en Puerto Peñasco hemos estado de maravilla. Como nuestra anfitriona tenía que ir a Phoenix, la hemos acercado nosotros y así visitaremos una ciudad que no teniamos previsto.
La primera noche en Phoenix (Arizona) la hemos pasado en casa de nuestra amiga mexicana, un chalet con piscina, y nos bañamos de noche.
Y el segundo día hemos conocido a una pareja muy simpática (él vietnamita-americano y ella mexicana-japonesa) que nos ha abierto las puertas de su piso y nos han dejado dormir. Además, el piso tenia piscina comunitaria y jacuzzi, y nos hemos vuelto a pegar un chapuzón en plena noche.
En definitiva, que cuando viajas te encuentras a gente muy maja. ¡Qué más podemos pedir!
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