Después del susto inicial, por fin hemos encontrado trabajo y podremos recuperar un poco los gastos. De hecho, nuestra filosofía al planear este viaje, era poder trabajar de vez en cuando para ir cubriendo las necesidades y no echar mano demasiado de los "ahorrillos".
Núria está trabajando en un bar-restaurante de Little Habana y Ferran en el centro comercial de Bayside, intentando convencer a los turistas para que se hagan fotos con animales exóticos.
Reconocemos que el hecho de trabajar, nos separa aún más de la condición de turistas. De hecho, nos sentimos más cómodos e integrados en la cultura y sociedad, aunque por otra parte, sea duro que después de un día de trabajo, nos tengamos que apañar con nuestra pequeña vivienda rodante, en vez de tener el gran sofá y la televisión de 42".
Lástima que hemos enganchado una mala época con todo esto de la crisis, y cuesta bastante encontrar trabajo, porque si no, seria fantástico poder viajar y trabajar al mismo tiempo, como un estilo de vida.
Me encanta vuestro viaje y que esteis trabajando es genial porque así vivireis muchas más experiencias. Es cierto que es mala época pero lo bueno es que trabajillos temporales siempre existiran.
ResponderEliminarQue disfruteis mucho de vuestro viaje por tierras yankis y que nos sigais informando.
Un abrazo,
Esther
www.tastyexperience.com
Dentro de poco nosotros también comenzaremos nuestro viaje.
Muchas gracias Esther por tus animos.
ResponderEliminar¿cuando empezais el vuestro? ¿por donde andareis?
Espero que disfruteis muchisimo.
un abrazo
Pues para mediados de noviembre comenzamos nuestro proyecto Great Tasty Tour (ya os iré informando)que se podrá seguir día día. Espero que encontreis currillos guays y divertidos para que vuestro viaje salte el megacharco que es el pacífico y nos veamos en Asia. Y aunque sea por un día participeis de nuestro proyecto.
ResponderEliminarMucha suerte en yankilandia y cuidado con los "cheriffs" del condado, sobretodo los de la américa profunda, no sea que se les cruce el cable y os pase como en esas películas de pueblos peculiares que cuando se entra ya no se sale.
Es broma pero siempre me ha llamado la atención los pueblos pequeños donde todos se conocen y hay una reina de la calabaza.
Un abrazo,
Esther