La noche que llegamos a Miami, tuvimos un recibimiento espectacular. Y todo se originó por el simple hecho de pedir agua a una señora.
En una calle residencial, vimos una manguera y decidimos pedir permiso para llenar el depósito de agua de la furgoneta. La mujer, a través de la ventana, nos permitió coger agua, a la vez que hablaba por teléfono.
Después de llenar el tanque nos dirigimos a un tranquilo parquing para cenar. Y mientras preparábamos la cena, las luces de tres coches de policia nos rodearon el vehículo.
Nos tuvieron unos diez minutos cegandonos los ojos con una linterna, y avasallándonos a preguntas como: ¿hay alguien más en la furgoneta?, ¿qué estáis haciendo?, ¿por qué habéis molestado a la señora?, ¿llevais armas?
Después de enseñar toda la documentación y de aclarar todas las dudas, se fueron tal como vinieron, dejándonos un buen susto. Incluso nos quitó el hambre.
Que fuerte la policia americana!!
ResponderEliminarUna consulta...vais después a Mexico?? nosotros estaremos por alli en septiembre.
Muchos ánimos y una brazo
Ei a lo mejor estaremos allí en diciembre... más o menos. SALUDOS!
ResponderEliminarPasé un mes de turismo por EEUU en 1994 en un coche alquilado, parabamos a dormir donde podíamos y no había día que no nos parara la policia a pedirnos la documentación, solo por pararnos a dormir en un parking o en una zona cercana residencial, no pasó nunca nada, pero nos contaban que les avisaban los vecinos o simplemente pasaba la policía por alli ( y no tenemos pinta de "yonkis"). He estado un par de veces en EEUU y no quiero volver más, todo es muy bonito excepto los yankis que están como una regadera, salid de allí cuanto antes...
ResponderEliminarFerrán, seguro que con esa barba la bruja de la manguera pensó que eras talibán, je, je...
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